Nuevo Euskadi

  • Inicio
  • Agenda
  • Mujer
  • Asociaciones
  • Inmigración
  • Diáspora Vasca
  • Política
  • Cultura
  • Opinión
  • Asesoría
  • El tablón
  • Galeria
  • Contacto
  • Enlaces

"Es la explotación por la explotación"

Hablamos con Liz Quintana de Trabajadoras del Hogar de Vizcaya sobre la situación laboral de las empleadas domésticas. Un 46% de estas son inmigrantes, en su mayoría colombianas y bolivianas

JORDI ÁLVAREZ CAULES / Bilbao Febrero 2008

“Las leyes discriminan claramente a las trabajadoras del hogar” afirma Liz Quintana, de la Asociación de trabajadoras del Hogar de Vizcaya. Resume así la situación que vive un sector en el que la precariedad está al orden del día, y en el que se estima que en Euskadi el 70% es economía sumergida, o sea, trabajo sin contrato y sin cotizar en la Seguridad Social. Según los últimos datos de esta asociación, que se encarga de dar asesoría jurídica y personal a las trabajadoras del hogar, el 46% de las empleadas domésticas en Vizcaya son inmigrantes.

¿Qué tipo de personas vienen a buscar ayuda a vuestra asociación?
A nosotros no nos viene lo peor de lo peor, porque hay trabajadoras que están tan mal que ni siquiera saben que tienen derechos, ni tampoco la gente que está muy bien muy bien, porque esta gente no necesita nuestro apoyo ni asesoramiento.

¿Existe un perfil tipo de la trabajadora del hogar inmigrante?
Actualmente en Vizcaya, la inmensa mayoría son trabajadoras latinoamericanas, en su mayoría colombianas y bolivianas, y en términos generales tienen entre 30 y 45 años.

¿Cuál es el problema más frecuente con el que vienen a veros?
El del trabajo interno. En estos momentos la inmensa mayoría del trabajo interno y del trabajo de cuidados está siendo realizado por trabajadoras inmigrantes. Y no es que la situación sea preocupante porque sean inmigrantes, sino por el trabajo que se realiza. Es explotación por la explotación..

¿Por qué son en su mayoría inmigrantes las mujeres que realizan el trabajo interno?
Hasta el boom de la inmigración había mucha demanda de trabajadoras internas pero la gente de aquí no quería realizarlo. En la medida en la que fue llegando la gente inmigrante, esta era una vía fácil de acceder al trabajo, y en un primer momento se encuentran con que tienen resuelto el tema de la vivienda. Por otro lado vienen con el problema de las deudas, y trabajar como interna te asegura tener pagados el alojamiento y la manutención y el dinero que ganas es limpio, permitiéndote así poder mandar más dinero a tu país. Lo que ocurre es que es un trabajo tan duro y con niveles tan altos de explotación que en cuanto pueden, al año o dos años, intentan salir del trabajo interno al trabajo externo. Sus principales quejas es que no hay prácticamente descansos, en muchas ocasiones no tienen ni un mes de vacaciones, ni un día libre a la semana, o cuando tienen un día libre no es ni siquiera un día sino unas horas, y si se las permite salir de casa es sólo si van acompañadas de la señora del brazo. Los salarios lógicamente no se corresponden con ese nivel de exigencia. En nuestra estadística interna sobre trabajadoras internas, la que menos cobraba era 500 euros y la que más 1000-1200, pero la media rondaba sobre los 780 euros. Muchas se encuentran también con que no están dadas de alta en la Seguridad Social, por lo que no tienen papeles.

¿Hay algún tipo de medidas de las instituciones vascas hacia este problema?
El Gobierno Vasco se encuentra con el problema de que no tiene competencias a nivel de Trabajo y Seguridad Social, con lo cual no tienen posibilidad de legislar. Lo que si que existe es un plan interinstitucional de apoyo a la familia que tiene una duración de tres o cuatro años, y una medida que se arbitra en este plan es que aquellas familias que contraten una trabajadora del hogar para un servicio que no esté atendido por servicios públicos puedan pedir una subvención para pagar la seguridad social de la trabajadora del hogar. Por ejemplo si yo tengo un niño de 9 meses y he solicitado plaza en guardería pública y no hay plazas, y me veo obligado a contratar a alguien, no porque quiera sino porque no tengo otra opción, entonces te pueden subvencionar el coste de la seguridad social de la persona a la que empleas.

¿Sóluciona algo esta medida?

A nosotros nos parece positiva siempre y cuando se controle en qué condiciones se realice la contratación, que exista un control de trabajo, una inspección. Lo que no nos parece bien es que se esté subvencionando contratos en los que se tenga a una persona en un régimen de absoluta explotación. No se puede subvencionar a alguien que explota a la trabajadora.

¿Se dan situaciones de acoso sexual a la trabajadora?
No es lo normal, la verdad, se pueden dar casos esporádicos, pero nada más. Se dan más bien casos de denigración de la trabajadora, y de violencia psicológica hacia ella, infravalorando su trabajo.

Las frases
"En estos momentos la inmensa mayoría del trabajo interno y del trabajo de cuidados está siendo realizado por trabajadoras inmigrantes. Y no es que la situación sea preocupante porque sean inmigrantes, sino por el trabajo que se realiza."
“Hay trabajadoras que están tan mal que ni siquiera saben que tienen derechos.”

Contacta con nosotros en: redaccion@nuevoeuskadi.com
Tel: 669 021 271.C/ Zabalbide 19, Bajo. Bilbao.