Nuevo Euskadi

Sobre la moratoria a Rumanía

Óscar Seco. Coordinador de Inmigración del PSE-EE (PSOE)
Bilbao / Diciembre 2007

Cuando ya prácticamente ha transcurrido un año desde que Rumania y Bulgaria hicieron efectiva la adhesión a la Unión Europea como miembros de pleno derecho, y está por cumplirse el año desde que el Consejo de Ministros aprobó la cláusula de salvaguardia (22 de diciembre de 2006) que fijó un periodo transitorio para el régimen de libre circulación de trabajadores por cuenta ajena nacionales de dichos estados, conviene hacer un detenido análisis de aquel hito y en particular de los resultados de la moratoria de dos años fijada, que en principio se extiende hasta el 31 de diciembre del año 2008. Desde el Partido Socialista de Euskadi no podemos dejar de saludar la presencia de estos dos países en el seno de la Unión Europea, particularmente de Rumania, país de lengua latina, de cuya nacionalidad se estima hay ya más de diez mil ciudadanos conviviendo en Euskadi, y cuyas relaciones culturales vamos profundizando.

La reciente visita a Madrid del presidente Rumano, Traian Basescu, ha reabierto el debate relativo a la subsistencia de la moratoria para los trabajadores rumanos en España, al solicitar éste al gobierno español que se levanten las restricciones laborales, que consisten, básicamente, en que los trabajadores rumanos que deseen desplazarse a trabajar por cuenta ajena en España cuenten con una autorización previa. Dicha medida adoptada hace un año con el respaldo de los sindicatos españoles tenía como finalidad contener la llegada de nuevos trabajadores rumanos, particularmente hacia sectores de producción más intensivos (construcción y agricultura principalmente).

En estos momentos se están evaluando por el Gobierno Español los resultados del primer año, y hay datos que no dejan de ser sorprendentes; aunque las cifras de desempleo en Rumania (5,1%) están hoy por debajo de las españolas, es significativo que en los 9 primeros meses del año 2007 el número de rumanos en España se ha incrementado en un 139%, pasando de 211.000, a finales de 2006 a 505.000 rumanos al finalizar septiembre de 2007, como consecuencia de alzarse las barreras fronterizas. En Vizcaya, sin ir más lejos, el número de rumanos ha ascendido de 1.822 a 6.543, lo que representa un incremento superior al 259%. Esto demuestra al menos que los temores a que una llegada de trabajadores rumanos desequilibrara el mercado laboral podían tener su fundamento. A la espera de lo que se decida a finales del año 2008, cuando se cumple el periodo transitorio, sí podemos constatar que, para nuestros convecinos rumanos, el acceso a la autorización de trabajo por cuenta ajena es hoy un trámite muy asequible, mediante un procedimiento agilizado que en Vizcaya tarda 8 días en resolverse.