Jordi Álvarez Caules / Bilbao / Febrero 2008
Básicamente que la Ley de Extranjería se ha quedado muy contradictoria, y necesita una reformulación. Hay mucha gente que está accediendo a la nacionalidad. De aquí a tres años creemos que va a haber un millón más de votantes inmigrantes. Si hacemos números si acudiésemos a las urnas los inmigrantes podríamos conseguir cuatro diputados.
No sólo queremos aprovechar el voto sino que el inmigrante sea parte activa de las políticas gubernamentales.
Todo inmigrante se encuentra bastante timorato, más aún si no cuenta con papeles. Nosotros intentamos abrirles, que no se aislen. Y queremos que participen de la política, que sean parte activa de la construcción política.
Justamente por esta predisposición se ha creado esta secretaría.
Recien hace cuatro meses.
Recién estamos analizando que presupuesto vamos a dedicar.
12 personas que trabajan de forma voluntaria.
Lo primero es tratar de ver unas alternativas de solución a lo que es la Ley de Extranjería, porque es increible que permitan residir pero no permitan trabajar.
Desde mi punto de vista, ya no el de la secretaría de Ezkaer Batua, sería el que se avance en la igualdad de oportunides, no es que solamente sean solidarios con nosotros, sino que nos den la igualdad de oportunides a la hora de trabajar.
El Gobierno Vasco te fija una renta básica, pero no dan opciones a trabajar. Lo que tendrían que hacer es dar tanto tiempo para vivir con la renta básica, y exigir al inmigrante que a partir de ahí se consiga un trabajo. Y facilitar el derecho a los papeles. Y a partir de ahí el inmigrante va a ser un activo en la economía.
Vamos a hablar en dos niveles, al nivel de trabajar de forma normal, con una jornada laboral cómoda no hay, pero para trabajar explotado si hay, y esto sucede tanto a los vascos como a los inmigrantes. Pero sin papeles ya no se encuentran en una situación de explotación, sino de superexplotación.
Lo que pasa es que el inmigrante tiene que adaptarse de cualquier forma, agarrarse a cualquier cosa. Hay una integración forzosa, donde el inmigrante tiene que aceptar una serie de condiciones impuestas.
Soy un poquito negativo en ese aspecto. Justamente el Gobierno Vasco está haciendo todo lo que puede por la integración del inmigrante. Pero no está preparado ni el inmigrante ni el Gobierno Vasco. Por más que se intenten llevar a cabo estas medidas no están dando sus resultados. No se está logrando ese ideal supuesto, porque hay una serie de franjas en las mismas leyes que no te permiten. Siempre está excluido el inmigrante, incluso en las mismas políticas de inmigración. Yo no estoy de acuerdo con los paternalismos hacia los inmigrantes sino con la igualdad de oportunidades a la hora de acceder a un empleo. Así podremos avanzar hacia una integración real. No es tanto el dar una renta básica al inmigrante, sino el trabajar por la integración laboral de este en la sociedad, aprovechar el activo económico que supone el inmigrante.